domingo, 1 de abril de 2012

Estandartes


Al hablar del Metal, la mayoría de la gente pensará al menos por un momento en tipos de cabello largo y camisetas negras con las elaboradas portadas de algún disco en ellas. Porque efectivamente, el llamado cover art tiene para este género una importancia difícil de asimilar a la de cualquier otro. Las portadas de los discos no solamente sirven para venderlos, sino que es el estandarte estético de una manera de comprender la música y de expresarse a través de ella. Y no sólo lo es para los grupos. Los es también para cada una de las personas que llevan una puesta, aunque sea por una vez. Porque no hay nada como conseguir el modelo con el disco exacto, de un grupo favorito, y caminar diciendo, esto, esto que llevo en el pecho, míralo... ¡es genial! Esto es lo que admiro. 



Por ello el nivel de elaboración artístico, tanto en fotografía como ilustración, suele ser muy alto. Y eso que es casi imposible que a todo el mundo le gusten todos, al menos en la misma medida, tal es la amplitud del espectro que contemplamos. Desde las muy hippys portadas del grupo de folk rock (y me repele poner etiquetas de género con tanta seguridad, ya os lo explicaré en otra entrada) América o del progresivo Kansas hasta las agresivas imágenes de Motörhead o Dimmu Borgir (sí, el de la foto de la entrada de Javier, y no es de lo más duro), parece que no hay nada que los una, pero musicalmente estamos hablando de una misma trayectoria histórica y tonal. Me ha costado escoger las imágenes con las que ilustrar esta idea, porque portadas hay tantas, tantas. He querido intentar que fueran lo más variadas posibles, lo más representativas sin llegar al cliché, pero si encontráis que hay discos que debería haber mencionado, no dejéis de decirlo en los comentarios. Seguramente os daré la razón. 

De entre todas esta imágenes, hay algunas que se han hecho verdaderamente antológicas. Por ejemplo, es difícil concebir a Iron Maiden sin el sello del famoso zombi que puebla todas sus portadas, o a Metállica sin sus famosas letras (toda una historia, la de la tipografía). O esta portada de Once, de Nightwish que se ha hecho mítica en la cultura gótica, entre otras cosas porque el propio disco lo fue (por ejemplo, fue el que inspiró a Simone Simons, vocalista de Épica, para empezar a cantar. de las portadas de Led Zeppelin, Deep Purple o Black Sabbath tan diferentes de por sí e incluso en un mismo grupo, podemos pasar a la búsqueda de la épica de espadas y dragones de Folkodia o Majesty, o  esa otra tan particular tan nórdica y siempre poblada de lobos y en ocasiones de magos de Sonata Arctica. Pero probablemente nadie gane en épica musical a Dream Evil, aunque su portada nos lleve a mundos menos conocidos y "humanos". Por cierto, la canción que da título a este disco, Dragon Slayer, es magnífica, no os la perdáis. Ese estilo como de capitán sobrehumano de un juego de rol, se puede apreciar en portadas que destilan tanto poder como esta estampa congelada de HammerFall. Poco tiene que ver, excepto la nieve, con ésta, del primer disco en solitario de Tarja Turunen, ex-vocalista de Nightwish. Si después de él colocamos la delicada fotografía de la edición especial de su segundo disco, podría alguien decir que esta mujer se ha dedicado de lleno a su otro ámbito, la ópera clásica y ha dejado el Metal. Y no podría estar más equivocado. Esto, zombis y doncellas, the beauty and the beast, es el Metal.

 
 
  
Lo cual me trae a la mente otro grupo de femenina y gótica delicadeza, aunque bien diferente. Hablo ahora de Leaves Eyes.Y la delicadeza, un contrapunto a la dureza que la acompaña como su hermana gemela. En algún momento recuerda a ese segundo disco de Tarja, dejando bien claro que es una mujer quien hace cabeza y estandarte en el grupo. Pero con todo, no hemos hecho más que empezar. Ante la libertad creativa nos sorprenden grupos tan originales como Dream Theater, con una portada digna de Dalí, o Apocalyptica, sencillamente indescriptible, además de variada, pero cuyo arte se puede muy bien entender si se disfruta del placer que escuchar sus melodías de puro metal a cuatro violoncellos. Por no hablar del ambiente de melancólico circo, de escenario romántico (que es tanto como decir gótico) de Lacrimosa, o de las inquietantes y apropiadas imagenes que tam bien acompañan a los títulos de Mesmerize e Hypnotize de System of a Down, ya unos discos, además de grandiosos, completamente alternativos dentro del metal.


Qué, ¿os apetece mirar alguna camiseta ahora?

Y terminaré con mi favorito absoluto. Sí, tengo tal elección, lo reconozco, ver en ella una bailarina, como lo soy yo, me emociona, pero ni siquiera es lo principal. Se trata de la portada de Nightfall in Middle Earth the Blind Guardian. Bella, complejamente dibujada, delicada y y épica a la vez y sobre todo. SOBRE TODO los amantes de Tolkien podrán reconocer el ella un pasaje del Silmarillion, parte de la leyenda de Beren y Lúthien Tinúvel, aquella en la que ella danza ante Morgoth para medir la liberación de su amado, transformado en lobo. ¡¿Es posible algo más emocionante que encontrar un disco dedicado exclusivamente, en cada una de sus canciones, a este maravilloso mundo?! Pero bueno, podría escribir durante horas, y no es momento de abrumar con frikismo tolkieniano a quienes todavía estén digiriendo tanta imagen metalera. Sólo una última recomendación para este post "musical".


Leed ese grandioso LIBRO. 

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